Ir a comprar huevos y no encontrarlos se ha convertido en un problema cada vez más habitual en Estados Unidos.
Los huevos son cada vez más caros y hay cada vez menos en los supermercados.
Los precios de un artículo tan consumido se han duplicado en un año y los consumidores tienen que pagar ahora un promedio de US$4,77 por una docena de huevos de clase A, cuando hace poco más de un año costaban US$2,51.
Y el incremento se ha acelerado en los últimos dos meses. Los huevos se encarecieron un 15% de diciembre a enero, siendo unos de los principales causantes del inesperado repunte de la inflación en Estados Unidos.
En algunos supermercados no se encuentran y otros han restringido la cantidad que puede comprar cada cliente para evitar el acaparamiento y la reventa de un producto cada vez más cotizado.
La popular cadena de restaurantes Waffle House ha empezado a cobrar un suplemento de 50 centavos por huevo para hacer frente a su encarecimiento y en la localidad de Antrim, Pensilvania, las autoridades reportaron el 6 de febrero el robo de la carga de 100.000 huevos valorada en unos US$40.000 del remolque de un camión.
«Esto es único. Nunca en toda mi carrera oí hablar del robo de 100.000 huevos», dijo a los medios locales Megan Frazer, de la Policía del estado de Pensilvania.
El problema de los huevos se suma al de muchos consumidores que dicen tener dificultades para adquirir artículos esenciales debido al aumento de la inflación de los últimos años, uno de los temas que dominaron la última campaña electoral y que, según muchos analistas, fue uno de los que llevó a Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca.
Por qué ha subido el precio de los huevos
Estados Unidos combate desde 2022 un brote de gripe aviar, la enfermedad causada en las aves por el virus H5N1.
Los casos no han dejado de aumentar desde entonces y ya se ha detectado el virus también en reses, gatos domésticos e incluso algunos trabajadores de las granjas avícolas afectadas.
La gran mayoría de los casos en personas han sido leves y las autoridades afirman que el riesgo de contagio entre humanos es bajo.
Pero las consecuencias se han dejado sentir en el bolsillo.
Desde que se detectó el brote, más de 130 millones de aves han muerto, según los datos de la Federación de la Oficina Agrícola Estadounidense, una asociación nacional de productores agrícolas, lo que ha mermado gravemente la producción de huevos.
La gran cantidad de aves muertas se debe a que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos exige que cuando se detecta una gallina infectada todas a su alrededor sean sacrificadas para evitar la propagación del virus.
Y cuando un granjero se ve obligado a sacrificar todas sus aves le lleva tiempo repoblar su explotación y hacerla de nuevo productiva.
«Cuando se repuebla una granja, las nuevas gallinas pueden tardar hasta cinco meses en empezar a poner huevos, lo que está provocando una conmoción en la oferta disponible», le dijo a BBC Mundo David Ortega, experto en la industria alimentaria estadounidense de la Universidad Estatal de Michigan.
Así, como hay menos gallinas, hay menos producción de huevos y llegan menos a los comercios.
Se estima que cada habitante de Estados Unidos consume más de 284 huevos al año, lo que eleva el consumo diario nacional de huevos hasta 250 millones, una demanda al alza que, unida a la caída de la oferta derivada de la gripe aviar, explica la subida de los precios.
Cómo impacta a los consumidores la subida del precio de los huevos
El aumento sostenido del precio de los huevos encarece la cesta de la compra en Estados Unidos y, según revelan los últimos datos oficiales, ha sido uno de los principales motores del aumento de la inflación que todavía aqueja a la economía del país.
Los precios subieron el pasado enero un 3% en el país, una décima más de lo que habían previsto los economistas, y los huevos fueron junto a la energía lo que más contribuyó al alza.
Según Ortega, «el precio de los alimentos en Estados Unidos ha aumentado significativamente en los últimos años y el encarecimiento de los huevos golpea especialmente a los hogares con menos ingresos, porque son los que deben dedicar mayor proporción de su renta adquirirlos».