Las autoridades iraníes ejecutaron el lunes al ciudadano germano-iraní Jamshid Sharmahd, que estaba encarcelado desde 2020, anunció el sitio web Mizan del poder judicial.
Sharmahd, de 69 años, fue condenado a muerte en febrero de 2023 por el delito capital de «corrupción en la tierra», una sentencia que fue confirmada por la Corte Suprema de la República Islámica.
Fue condenado por participar, según la justicia iraní, en un atentado contra una mezquita en Shiraz, en el sur de Irán, que causó 14 muertos y 300 heridos en abril de 2008.
Igualmente fue acusado de liderar el grupo Tondar, que supuestamente pretende derrocar al gobierno de Irán, que lo califica de organización «terrorista».
«Después de pasar por el proceso judicial y la aprobación final de la decisión del tribunal por parte de la Corte Suprema, la sentencia de muerte de Jamshid Sharmahd […] se efectuó esta mañana», afirmó el sitio web Mizan.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, denunció la ejecución como un «escándalo» y aseguró en la red social X que «Sharmahd no tuvo la posibilidad de defenderse contra las acusaciones contra él durante el proceso».
Su Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que su muerte «muestra una vez más qué tipo de régimen inhumano reina en Teherán: un régimen que usa la muerte contra su juventud, contra su población y contra los ciudadanos extranjeros».
La cancillería añadió que convocó al encargado de negocios iraní en Berlín y que el embajador de Alemania en Teherán presentó una protesta ante el ministro de Relaciones Exteriores de ese país y fue «llamado de nuevo a Berlín para consultas».
La Unión Europa también condenó «en los términos más enérgicos posibles» la ejecución y plantea aplicar «medidas de represalia» contra Teherán.
Jamshid Sharmahd, un ciudadano alemán de origen iraní, fue capturado por las autoridades iraníes en agosto de 2020 cuando viajaba por Emiratos Árabes Unidos, según su familia.