CIUDAD DE MÉXICO, marzo 13 (EL UNIVERSAL).- André Jardine, al límite de su área técnica, parecía un aficionado más; Gerardo Espinoza, a la misma altura, se veía perdido. Esa misma imagen fue el reflejo del América y las Chivas en el terreno de juego.
Las Águilas golearon (4-0, 4-1 global) al Guadalajara en el estadio de la Ciudad de los Deportes, para sellar su boleto a los cuartos de final en la Copa de Campeones de la Concacaf y, de paso, mostrar que lo del Rebaño Sagrado el miércoles anterior fue un espejismo.
Bastaron seis minutos para que los azulcrema pusieran todo en orden. Brian Rodríguez abrió el marcador, tras un buen pase de Diego Valdés. El chileno puso el 2-0 al 45’. El ‘10’ de los emplumados comienza a recobrar la memoria.
Antes de marcharse al camerino para el descanso, ambos equipos sabían cómo terminaría esta historia, porque la superioridad del tricampeón del futbol mexicano quedó de manifiesto desde el silbatazo inicial del guatemalteco Walter López, de trabajo irregular.
La rigorista expulsión de Alan Mozo, en el inicio del segundo tiempo, terminó por abrir la puerta a un equipo americanista que esfumó toda duda, luego de sus pasadas
exhibiciones contra el acérrimo rival.
El Guadalajara no tenía por dónde hacer daño. Ya parecía imposible, pero las Águilas no quisieron problemas y, al minuto 65, Alejandro Zendejas convirtió el marcador en goleada, en otra gran jugada de los futbolistas capitalinos.
Álvaro Fidalgo puso cifras definitivas con una calma que, a esas alturas, ya reflejaba el fin rojiblanco y el resurgir de unas Águilas que volvieron a demostrar por qué dominan el futbol mexicano.
El América superó con autoridad al acérrimo rival, avanzó de ronda y el sueño internacional, ese que se le ha negado desde hace nueve años, está más vivo que nunca. La siguiente ronda será contra otro viejo conocido: El Cruz Azul, en otra serie que generará expectativa.
Las Chivas no aparecieron en la capital. Lo que parecía el resurgir hace unos días, se convirtió en un hundimiento rojiblanco que se acerca más a su realidad.