agosto 17, 2025
INTERNACIONALES

Cómo un pequeño fabricante llevó a Ruanda la vacuna contra el Marburgo a la «velocidad del rayo»

Cómo un pequeño fabricante llevó a Ruanda la vacuna contra el Marburgo a la «velocidad del rayo»

Amy Finan, directora del Instituto de Vacunas Sabin, con sede en Estados Unidos, estaba de vacaciones con su familia cerca del Gran Cañón en septiembre cuando recibió una llamada sorpresa desde un número de Ruanda. Había oído rumores de que la gente de allí podría estar enfermando del virus de Marburgo, una enfermedad mortal parecida al Ébola que no tiene vacuna ni tratamiento antiviral aprobados, pero no había nada confirmado.

Así que se bajó del coche para coger el teléfono en el arcén de una autopista y, con enormes camiones pasando a toda velocidad, habló de la creciente crisis sanitaria con la oficina del presidente ruandés, Paul Kagame. Fue la primera de lo que se ha convertido en una llamada diaria con un objetivo: «contener un brote letal de la enfermedad y evitar más pérdidas de vidas humanas», declaró Finan a ‘Euronews Health’.

Diez días después de que Ruanda hiciera público su brote de Marburgo el 26 de septiembre, decenas de trabajadores sanitarios de primera línea estaban siendo vacunados con la vacuna experimental de Sabin, que ha mostrado resultados prometedores en los primeros estudios pero que aún no ha recibido el visto bueno de ningún Gobierno.

«Nos movimos a la velocidad del rayo para preparar los envíos, ultimar los protocolos y conseguir las autorizaciones reglamentarias, comerciales y legales necesarias», declaró Finan. La entidad sin ánimo de lucro que desarrolla la vacuna ha enviado ya unas 1.700 vacunas a Ruanda, donde los casos de Marburgo se han concentrado sobre todo en trabajadores sanitarios que contrajeron el virus mientras trataban a pacientes enfermos.

Cómo contuvo Ruanda el Marburgo

Hasta el 24 de octubre se habían detectado 64 casos y 15 personas habían muerto, lo que lo convierte en uno de los mayores brotes de Marburgo desde la aparición del virus en Alemania en 1967.

Se cree que el primer paciente de Ruanda es un hombre de 27 años que entró en contacto con murciélagos frugívoros en una cueva. A pesar de su magnitud, también es uno de los brotes menos letales de la historia, ya que las tasas de letalidad en brotes anteriores han oscilado entre el 24% y el 88%.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *