agosto 16, 2025
CURIOSIDADES INTERNACIONALES

Cómo la regla de los 30 días te ayudará a frenar las compras por impulso y ahorrar más dinero

Finanzas personales de Yahoo · Getty Images
Finanzas personales de Yahoo · Getty Images

El consumidor promedio gasta 281,75 dólares al mes en compras por impulso, de acuerdo con una investigación realizada por Capital One ShoppingEs dinero que podrías destinar a saldar tus deudas, crear un fondo de emergencia o incluso pagarte unas vacaciones.

Por supuesto, añadir un paquete de chicles cuando estás a punto de pagar en la caja no hará mella en tu presupuesto. Pero los gastos impulsivos pueden acumularse, sobre todo si no prestas atención a las compras más caras.

Si tienes problemas con los gastos impulsivos, existe una estrategia que puede ayudarte: se llama la “regla de ahorro de 30 días” y funciona así.

¿De qué se trata esta estrategia?

La regla de ahorro de 30 días es una estrategia sencilla para reducir los gastos excesivos. Funciona así: cuando tengas la tentación de hacer una compra impulsiva, comprométete a esperar 30 días antes de llevarla a cabo.

Y al final de esos 30 días, puedes decidir que quieres seguir adelante la compra. Esta regla no te impide comprar, solo te obliga a reducir la velocidad con la que gastas el dinero, ayudándote a ser más consciente de las compras para que no adquieras cosas que realmente no necesitas ni deseas.

Ese tiempo extra te permitirá ganar perspectiva para determinar si la compra es necesaria o no. También te dará la oportunidad de comparar precios, buscar cupones o esperar las rebajas.

¿Será fácil de implementar esta regla de ahorro?

Digamos que estás en una tienda y te llama la atención un producto que no estaba en tu lista de compras y ni siquiera se encontraba bajo tu radar hasta ese momento.

Antes de comprarlo, abre tu teléfono y toma nota del artículo, escribe dónde puedes comprarlo, el precio y cualquier enlace relevante (si lo has visto en Internet).

Luego, deja el producto y comprométete a volver a revisar esa nota en 30 días. Mientras tanto, hazte algunas preguntas:

  • ¿Cómo esta compra afectará mi presupuesto y mis objetivos de ahorro? En primer lugar, es importante que valores si realmente puedes permitirte esa compra. Debes tener dinero disponible para cubrir ese gasto sin que afecte tu presupuesto a corto plazo o haga tambalear tus objetivos a largo plazo.
  • ¿Puedo encontrar ese producto más barato en otro lugar? Comparar precios es una excelente estrategia para ahorrar, pero no puedes hacerlo cuando realizas una compra por impulso. Si adoptas la regla de los 30 días, tendrás tiempo suficiente para navegar por Internet y visitar diferentes tiendas para ver si el artículo que deseas se encuentra disponible a un precio más bajo en otro lugar.
  • ¿Se avecinan rebajas o descuentos? Investiga un poco para ver si la tienda en la que estás comprando realizará alguna oferta pronto o si brinda cupones que te ayuden a ahorrar.
  • ¿Existen alternativas más asequibles? Tal vez haya una versión similar o de marca blanca que no cueste tanto. A veces es fácil dejarse llevar por las marcas de lujo, pero a menudo hay alternativas genéricas que cuestan mucho menos y brindan el mismo resultado.
  • ¿Cuántas horas tendrías que trabajar para pagar ese producto? Pensar en las compras en términos de tiempo puede ayudarte a ver las cosas en perspectiva. Por ejemplo, si algo cuesta 100 dólares y tienes el dinero para pagarlo, es posible que no te lo pienses dos veces. En cambio, ¿qué pasaría si pensaras en el precio en términos de cuánto tiempo tendrías que trabajar para ganar ese dinero? Digamos que ganas 15 dólares por hora: trabajar seis horas para pagar una compra impulsiva quizá no valga la pena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *